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El camino hacia la energía sostenible de América Latina

Artículo tomado de Sector electricidad.

La Tierra podría prescindir de combustibles fósiles en 2050. Con las políticas adecuadas, un análisis de la hoja de ruta renovable del mundo estima que a mediados de siglo, unas tres cuartas partes de los países del mundo podrían ser alimentados completamente por fuentes de energía renovables. Es decir, 139 países podrían funcionar con un 100% de energía eólica, hidráulica y solar en solo un poco más de tres décadas. El potencial existe.

Con este objetivo, en 2017, la Unión Europea (UE) consumió, por primera vez, más electricidad proveniente de fuentes renovables que del carbón, según un informe publicado por los centros para el estudio del cambio climático Sandbag (Reino Unido) y Agora Energiewende (Alemania). En todo el mundo, la energía del viento, por ejemplo, se convirtió en 2015 en la fuente principal de la nueva capacidad de generación de electricidad en Europa y Estados Unidos, y la segunda en China.

En España esta fuente cubrió el 18,3% de la demanda y, en Uruguay, el 15,5%. El ránking mundial de naciones con mayor capacidad eólica per cápita, lo encabezan Dinamarca, Suecia, Alemania, Irlanda y España, según apunta el informe de la situación mundial de las energías renovables de 2016 (REN21) que recoge National Geographic que a nivel global, señala que el 76,3 % de la indispensable energía eléctrica se obtiene de fuentes no renovables, y el restante 23,7 %, de energías verdes (de entre las cuales la hidráulica representó el 16,6 %).

Hace unos días, nos hacíamos eco de otro trabajo que afirmaba que, pese a que la energía solar como la eólica tienen una naturaleza fluctuante, la capacidad de Europa para soportar largos períodos con vientos bajos o cielos nublados es más que suficiente: a pesar de lo impredecible, el sistema eléctrico europeo puede generar cómodamente al menos el 35% de su electricidad utilizando estas energías renovables por sí solas, y muy importante, sin mayores impactos sobre los precios o la estabilidad del sistema. Con estos datos sobre el viejo continente, nos preguntamos ¿qué pasa con América Latina? ¿Está caminando esta región en la dirección adecuada para evitar un futuro apocalíptico? Estas son algunos de los recientes.

Chile: líder en autobuses eléctricos

Un plan del gobierno chileno traerá a fin de año 200 nuevos buses eléctricos para potenciar la flota del Transantiago, el sistema de transporte público urbano que opera en el área metropolitana de la ciudad de Santiago. El plan, de acuerdo reporta La Tercera, convertirá al país austral en el segundo país con mayor cantidad de estas unidades, liderando el cambio ecológico a nivel latinoamericano al menos en este rubro.

Este comportamiento sigue a la tendencia en la que China se embarcó hace una década: combatir la alta contaminación de sus ciudades y satisfacer una demanda creciente de inversionistas por crear una industria automotora más moderna y más limpia. El último año, Chile planteó la meta de implementar “electrocorredores” a fines del 2018 para renovar el Transantiago, donde viaja a diario el 60% de los pasajeros de la capital.

Costa Rica: casi un año de energía limpia

Para una nación compuesta por alrededor de 5 millones de personas, es una hazaña bastante impresionante: el país centroamericano anunció en noviembre de 2017 que el 100% de su generación de electricidad funcionaba con energías renovables durante de 300 días,rompiendo su récord anterior de 250 días en 2016, cuando dependió de las energías renovable en un 98,12 %.

Uruguay: primer aeropuerto latinoamericano en alimentarse con energía solar

Con 1.540 paneles, la recién inaugurada planta fotovoltaica, el Aeropuerto de Carrasco, en Montevideo (Uruguay) se convierte en primero de América Latina que cuenta con un sistema propio de generación energética. La planta ofrece una potencia de 0,5 MW y permite el movimiento de los paneles durante el día, lo que aumenta en un 30 % la captación de energía en comparación a los tradicionales.

Según recogen varios medios locales, la titular del MIEM, Carolina Cosse, explicó que la planta “forma parte de la evolución en el cambio de la matriz energética que tiene Uruguay”, que en su vertiente eléctrica presenta “el 98 % de origen renovable” y “más del 35 % renovable no tradicional”.

Perú: gran potencial hidroeléctrico

Perú es uno de los países más atractivos para invertir en energía renovable en latinoamérica, según se desprende del ranking Recai 2018, elaborado por la consultora EY, en el que se encuentra en quinto lugar.

En 2017, la generación por RER representó 5.06% del total de la generación energética del país (48,993.3 GW.h), y, de entre ellas, la hidroeléctrica fue la de mayor participación (42.97%), seguida de la eólica (40.42%), térmica biomasa (11.62%) y la solar (4.99%).

Colombia: llega tarde pero firme

Durante el evento “Energyear Región Andina 2018”, que se llevó a cabo la semana pasada en Medellín (Colombia), la presidente ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), Angela Montoya, afirmó que su país había entrado muy tarde al uso de energías renovables en comparación con otros países de Latinoamérica, como Chile o Argentina.

El Ministerio de Minas y Energía de Colombia expidió el decreto 0570 del 23 de marzo que regula la contratación a largo plazo de proyectos de generación de energía eléctrica provenientes de fuentes renovables. No obstante, el sector ha criticado que las condiciones no han quedado lo suficientemente claras. La entrada de generadores limpios a la red de energía nacional permitirá que su cuota de producción de mercado pase de menos del 2 % actual al 10 o 15 % en cinco años, con lo cual no solo se garantizará un mejor abastecimiento, sino también una mejora en las tarifas para los consumidores.

México: buenos propósitos

El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrados (AMLO), prometió en la campaña electoral que le llevó a la presidencia tomar las acciones para cumplir con la regulación existente en materia de cambio climático, dotando a esta decisión de infraestructura política y presupuesto suficiente. Afirmó tener como objetivos capturar carbono, e impulsar el desarrollo de fuentes de energía renovables.

Con la idea de garantizar el derecho al agua a todos los habitantes del país, AMLO señaló que realizará esfuerzos de conservación las fuentes de agua. Además, propuso impulsar un modelo de conservación y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad que involucre a las comunidades. Cuando en diciembre comience su actividad como líder del país norteamericano, habrá que ver en qué se materializan todas estas promesas.

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